FAQs – Niakoro

FAQs

Preguntas frecuentes sobre cardiología para padres y pacientes

Los soplos son sonidos que detectan los médicos a la auscultación cardiaca con el fonendoscopio. Normalmente el corazón presenta unos ruidos coincidiendo con el cierre de las válvulas cardiacas.

Cuando se abren las válvulas semilunares (son las válvulas de los vasos que salen del corazón, válvulas aórtica y pulmonar) se produce la salida de la sangre del corazón, a ese periodo se le llama sístole en el ciclo cardiaco. La apertura de las válvulas semilunares coincide con el cierre de las válvulas intracardiacas (tricúspide y mitral). Una vez finalizada la salida de toda la sangre, se produce una relajación del corazón que conlleva un efecto de succión de la sangre de las venas hacia el corazón, es la llamada diástole del ciclo cardiaco. Habitualmente a la auscultación cardiaca sólo se escuchan los cierres de las válvulas sin oírse ningún otro sonido. Si existen anomalías cardiacas (como agujeros, alteraciones de las válvulas o membranas anormales) se va a producir un sonido originado por el paso de la sangre en esas zonas anormales, esto es un soplo anormal u “orgánico” (producido por alguna alteración).

los niños tienen pequeños soplos vibratorios, que generan un soplo llamado inocente o funcional, no está producido por ninguna alteración del corazón

El soplo cardiaco se cree puede estar relacionado entre otras causas con la elasticidad del corazón, la taquicardia inherente a los niños y la poca distancia entre la cavidad torácica y el corazón, aunque no está claro su origen totalmente. Las características del soplo inocente son muy específicas y los cardiólogos pediátricos están muy acostumbrados a reconocerlos. También los pediatras, pero en ocasiones, cuando el soplo persiste prefieren remitirlo a los cardiólogos para descartar no existan pequeñas anomalías cardiacas que hayan pasado desapercibidas.

Si el soplo persiste o aumenta de intensidad se recomienda lo vea el cardiólogo para verificar con la ecocardiografía que no hay ninguna alteración. Una vez descartado los problemas intracardiacos el seguimiento lo puede realizar el pediatra, quien confirmará su desaparición.

Con el ejercicio el corazón aumenta la frecuencia cardiaca (FC) para enviar más sangre a los pulmonares y así aumentar el oxígeno a los tejidos que van a requerir más energía. La FC máxima del corazón es 220 menos la edad, los niños tienen una FC máxima mayor, un niño de 5 años se puede poner a 215 lpm (220-5 años= 215 lpm) al correr a gran intensidad.

Sólo hay que preocuparse si el niño al correr manifiesta dolor precordial o molestias torácicas, en ese caso debe acudir a su pediatra quien valorará la necesidad de una revisión por un cardiólogo especializado.

Existen situaciones que hacen que el corazón vaya más rápido como si se tiene anemia (al haber menos hemoglobina que transporta el oxígeno, el corazón compensa aumentando la frecuencia cardiaca) o alteraciones hormonales, entre ellas el hipertiroidismo, que al haber elevación de esta hormona el corazón va más rápido, y al a inversa, en el hipotiroidismo el corazón va más lento.

Ante cualquier duda en un niño con palpitaciones se debe acudir al pediatra y se debe realizar analítica sanguínea para descartar anomalías extracardiacas.

Entre las alteraciones más frecuentes relacionadas con la muerte súbita durante el ejercicio son alteraciones del ritmo cardiaco. Algunas personas pueden tener enfermedades de la transmisión del ritmo cardiaco por alteraciones de las células miocárdicas (de los canales que transmiten la electricidad del ritmo cardiaco) entre ellas destacan el:

  1. Síndrome de QT largo: http://cardiopatiasfamiliares.es/qt-largo/ | http://www.sads.org/sads/media/pdf/sads-lqts-broch-spanish-09.pdf
  2. Síndrome de Brugada: http://cardiopatiasfamiliares.es/sindrome-de-brugada/
  3. o alteraciones del ritmo por tener algunas vías de conducción anormales que durante el ejercicio producen taquicardias que producen arritmias ventriculares que causan fallo cardiaco o muerte súbita, entre ellas el Síndrome de Wolff-Parkinson-White (WPW): http://www.fundaciondelcorazon.com/informacion-para-pacientes/enfermedades-cardiovasculares/arritmias/el-sindrome-de-wolff-parkinson-white.html

El sincope más frecuente es el vaso-vagal, es el mediado por el nervio vago que es el nervio que inerva el corazón y ante cualquier estímulo provoca una disminución de la frecuencia cardiaca que conlleva disminución de la tensión arterial, menor irrigación del cerebro por lo que nos caemos y perdemos el conocimiento (a veces se asocia con un movimiento anormal o convulsión muy corta, que hay que diferenciar de una convulsión por un problema neurológico como sería la epilepsia). Es el característico sincope que se produce al ver sangre o presentar un dolor muy agudo, suele ir precedido de mareo, alguna vez relacionado con calor o sofocación o situación de estrés previa, de corta duración (menos de 1 minuto) y con recuperación rápida. Hay que diferenciarlo de un sincope de causa cardiológica, habitualmente provocado por arritmias que son bruscas, no va precedido de mareo ni relacionado con ningún evento, suelen durar más de 1 minuto y la recuperación es lenta.

Otras causas de problemas durante el ejercicio pueden ser debidas a alteraciones del músculo cardiaco o miocardiopatías, durante el ejercicio pueden aparecer arritmias o fallo de la función cardiaca por las alteraciones generadas por su anomalía del músculo. Y otras alteraciones serían las malformaciones congénitas de las arterias coronarias (son los vasos que irrigan al corazón), que, durante el ejercicio, al necesitar bombear el corazón más sangre para aumentar el riego de los músculos, no pueden compensar e irrigar adecuadamente el corazón y se producen fenómenos de isquemia (o infarto cardiaco).

Si el niño se queja de que el corazón le va muy rápido y que le pasa estando tranquilo, debe ser estudiado. Se recomienda realizar exploraciones cardiológicas para ver si puede estar presentando aceleraciones del corazón (taquicardias) anormales (no producidas como respuesta normal a sus demandas energéticas). Entre las pruebas a realizar tenemos un ECG de superficie donde se puede determinar si hay algún signo de tener una arritmia provocado por vías eléctricas diferentes de las vías de conducción normal; un Holter que es un ECG de 24 horas donde se registra la actividad eléctrica durante este tiempo y se puede verificar si presenta alguna alteración. A veces con el Holter de 24 horas no se registra ninguna alteración porque ese día no presenta sintomatología, en esos casos se puede prolongar la colocación del Holter a varios días (Holter de eventos) o incluso se le puede colocar un Holter implantable que registra durante meses la actividad eléctrica y se puede visualizar telemáticamente si ha detectado arritmias.

En la actualidad se están desarrollando varios sistemas para registro de arritmias telemáticamente son los denominados wearables (tecnología inalámbrica incorporada en un dispositivo que permite la monitorización a distancia del corazón del paciente).

En próximos años veremos toda una revolución a través de las nuevas aplicaciones de los relojes inteligentes, con Apps cada vez más sofisticadas para la detección de arritmias cardiacas.

El mareo puede estar provocado por varias causas, suele estar relacionada con bajadas de la tensión arterial, es lo que llamamos normalmente lipotimias o presíncopes, y cuando hay pérdida de conocimiento lo denominamos síncope.

El sincope más frecuente es el vaso-vagal, es el mediado por el nervio vago que es el nervio que inerva el corazón y ante cualquier estímulo provoca una disminución de la frecuencia cardiaca que conlleva disminución de la tensión arterial, menor irrigación del cerebro por lo que nos caemos y perdemos el conocimiento (a veces se asocia con un movimiento anormal o convulsión muy corta, que hay que diferenciar de una convulsión por un problema neurológico como sería la epilepsia). Es el característico sincope que se produce al ver sangre o presentar un dolor muy agudo, suele ir precedido de mareo, alguna vez relacionado con calor o sofocación o situación de estrés previa, de corta duración (menos de 1 minuto) y con recuperación rápida. Hay que diferenciarlo de un sincope de causa cardiológica, habitualmente provocado por arritmias que son bruscas, no va precedido de mareo ni relacionado con ningún evento, suelen durar más de 1 minuto y la recuperación es lenta.

En general, los sincopes vaso-vagales mejoran con la edad, se recomienda incrementar la ingesta de líquidos y sal, sobre todo durante el ejercicio y medidas de control ante los síntomas previos de mareo para evitar los traumatismos provocados por las caídas bruscas.

Tras un sincope si se tiene dudas de su origen conviene acudir a urgencias pediátricas para la revisión del niño y realización de pruebas complementarias para su diagnóstico, se debe remitir a valoración cardiológica si son frecuentes y si no son sugestivos de sincope vaso-vagal.

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