La insuficiencia cardiaca consiste en un fallo en la función del corazón, la puede producir una cardiopatía congénita, pero puede ser un fallo del músculo del corazón ya sea por una infección pasada del corazón (miocarditis) que le ha dejado una lesión, o bien, miocardiopatías (alteraciones del músculo cardiaco) hereditarias o familiares que se desconocen en la familia, enfermedades del metabolismo que provocan lesiones del corazón o alteraciones del ritmo cardiaco que produciendo fallo progresivo de la función del músculo cardiaco.
En el niño pequeño se manifiesta con dificultad respiratoria, cansancio en las tomas y no aumento de peso, y en el niño más mayor con “ahogos” y falta de aire que a veces se equivocan con episodios de bronquitis y son secundarios a la dilatación del corazón (cardiomegalia) y al no bombear la sangre adecuadamente. Una vez diagnosticado que el corazón no funciona bien se realizan estudios para establecer el diagnóstico e iniciar tratamiento con medicamentos que pueden mejorar la sintomatología. Según el diagnóstico existen diferentes tratamientos, pero si el problema es el fallo del músculo cardiaco y hay un deterioro progresivo, es el trasplante cardiaco la única solución a largo plazo.